Los señores, por intermedio del mirandismo, han decidido saludar y homenajear, en el día de su cumpleaños, al señor Francisco Olea, "Dibujinho". Este ilustrador, colega, amigo y señor honorario, ha sido un colaborador eficaz y admirador de "Los señores" desde el primer día que la ALIANZA de valbuenianos y mirandistas han regalado alegría y paz a las personas de buena voluntad.
"¡El otro cincuenta por ciento del movimiento los señores se suma a los saludos. levanta su copa y brinda por ese ilustrador a quien conoce perfectamente desde la lejanía por todas las noticias que el mirandismo le ha transmitido. gloria al arte señorial. y a olea que es un señor!", se exclama desde Buenos Aires, Argentina.
De espíritu libertario, Olea ha comprendido que el trazo es el vehículo de su expresión y que el lápiz es su herramienta. De hecho, algunos canallas han querido que el vulgo lo conozca como "El señor lápiz", tratando de unir a este piadoso ser con aquel mediocre personaje de Cachueros que silbaba y dibujaba tonteritas, metido en un enorme lápiz de gomaespuma. Perro, este saludo es para usted. Y de muestra un botón: esta foto del famoso paseo a la montañana donde su madre le puso ese bellísimo buzo-mameluco apretado y brillante, para que no pasara frío. Qué iba a saber usted que el resto de compañeros fuera con jeans y chaleco. No importa, prócer, usted iba acondicionado con la mejor vestimenta. No importa, rey, que se rieran de su atuendo y lo compararan a uno de los bailarines de esa beldad que sigue siendo Rafaella Carrá. No interesa, artista, que hoy lo asociemos con esos bailarines apasionados y en extremo finos, y que pensemos que, al final de cuentas algo tenían en común usted y el señor lápiz, de Cachureos: el gusto por los disfraces y los trapos apretados.
salud. Martes 26 de agosto, en reunión ampliada de Los Señores. archívese y publíquese. L.S.
Le mando esta carta por una sencilla razón: estamos perdiendo a nuestro único lector, el señor Anton. El mirandismo está preocupado porque, mal que mal, este blog es el hijo de aquella alianza fecunda entre su movimiento y el mío. Los Valbuenianos se regocijaron cuando surgió la idea de Los señores y los Mirandistas salieron a las calles a celebrar el triunfo de la alianza. Por ese motivo fue aun más satisfactorio que surgiera del público virtual un genuino valbuena-mirandista. Este señor Anton es el germen en donde se incubará nuestro éxito. Si lo perdemos, perdemos el alma de la coalición señorial. Debemos rescatarlo.
Suyo,
Miranda.
Buenos Aires, 27 de Agosto de 2008.
Caro luis:
No lo sé, mirandista. Anton ha sido tan sólo una bengala. Abra los ojos. Somos usted y yo. Sin lectores reales. ¿Acaso Anton ha estado con usted cuando lo necesitó? ¿Anton es ese lector leal que lo visita un domingo para preguntarle por su salud? No. Anton es un lector materialista, señor miranda. Si no hay texto, se evapora. Como una meretriz del mundo blog. Le pido por favor que recapacite.
Suyo,
v.
Santiago, 27 de agosto de 2008.
Prócer del Valbuenismo:
Le digo que el equivocado es usted. No puede pensar en el materialismo si usted antes se alimentaba con aire. ¿No recuerda sus días de inanición en el templo valbueniano? ¿Acaso "nuestro Paris", como usted denominó a Buenos Aires, lo ha virado al placer del mundo táctil? Señor, ¿piensa en metálico, en cash? No es el Valbuena que conocí.
Espiritual,
Miranda
Buenos Aires, 27 de Agosto de 2008.
Drogadicto de las letras:
Con el debido respeto, me veo en el deber de enderezarlo. Sólo le he dicho que Anton, el tal, aparece sólo cuando lanzamos un esforzado texto que nos lleva seis a siete meses de realización. Si no hay texto, Anton se larga a volar por otros blogs más activos. No sé si usted, en su peculiar forma de ver la fidelidad, considera eso un lector leal, miranda.
Racional,
r.
Santiago, 27 de agosto de 2008.
Aceite balsámico del periodismo:
Estoy de acuerdo con que el señor Anton es un poco "holgazán" en sus comentarios y que nos abandona sólo por el hecho de que publicamos cada cuatro meses. No lo juzgo, no lo condeno, no estoy de acuerdo con su actitud, pero, caramba, lo entiendo. Anton, al menos, se merece un pequeño homenaje. Y le quiero ofrecer un trato, señor Valbuena. Que Anton nos regale algo. Señor, ¿le parece que Anton nos responda con, digamos, una foto para publicar en nuestro blog?
Suyo, de nuevo,
LMV
Buenos Aires, 27 de Agosto de 2008.
Fotográfico mirandista:
Puedo llegar a entender, de verdad, su intención pura. Homenajear a nuestro único lector. El hombre que nos acompañó en los únicos tres post. Es hermosa su propuesta. Ahora, mirandismo, usted se excede. Pedirle una foto a ese señor, además de ser una propuesta sexualmente difusa, puede depararnos una incómoda sorpresa. Conozco a los Anton de este mundo, señor. Son sicodélicos.
Prudente,
r.
Santiago, 27 de agosto de 2008.
Breve V.:
¿Es que usted piensa que a alguien en su sano juicio le puede interesar su vida y la mía? Obviamente debe ser un ser humano al que le interese la sicodelia, las mujeres piluchas, el tonteo. Señor, le digo y esto casi de manera reservada (si lo publicamos es lo mismo porque nadie nos lee salvo "casi" Anton) somos el hazmerreír de la comunidad blogera. Señor, una guagua con blog tiene más comentarios que nosotros. No seamos soberbios, caramba. La foto a Anton, una entrevista a ese ser humano, es mejor que nada. Señor: ¡La comunicación del siglo XXI es interactiva!
Enhorabuena,
El mamba
Buenos Aires, 27 de Agosto de 2008.
Pilín Miranda:
Lejos de este servidor está la soberbia. Y, por lo mismo, lo aliento a la valentía. Si nadie nos lee, pues, que así sea. Preferible la orfandad, estimado Pilín, a recaudar lectores por las armas. Ya hemos visto esos blogs, hambrientos de lectoría, que se desvelan por un miserable comment más. Atrás ese demonio, Pichulita. Evitemos caer en ese barranco. Solos, pero dignos, amigo mío.
Che obelisco
Santiago, 27 de agosto de 2008.
Cé pequenho:
Evitaré responder a su oprobioso ataque acerca del monumento fálico del mirandismo. Para qué, si el mundo sabe distinguir. Sólo le lanzo esta pregunta: ¿Qué haremos con Anton, entonces?
“M”. Miranda
Buenos Aires, 27 de Agosto de 2008.
Acotado Miranda:
Que Anton aparezca por sus propios medios. Propongo, a lo sumo, un simple grito: ¡¡Antoooon!! Si aparece, será nuestro digno y único lector. No sé qué dice usted.
v.
Santiago, 27 de agosto de 2008.
Colérico camarada:
Estoy de acuerdo. Dejemos un grito, que sea la voz la que decida. De momento tengo el siete de velos, el uno de copas y el siete de espadas, eso se llama "escoba en mano"... Usted, ¿qué tiene?
Lúdicamente,
Miranda
Buenos Aires, 27 de Agosto de 2008.
Blufeador:
Tengo tres dos ases. Usted y yo.
Canchero,
Full valbuena
Santiago, 27 de agosto de 2008.
Tecnócrata del juego:
Grita usted o grito yo.
El gorrión de providencia
Buenos Aires, 27 de Agosto de 2008.
Ave miranda:
Dele usted
El aguilucho de villa freíd
Santiago, 27 de agosto de 2008.
Estimado Antón:
En vista de que usted es el único lector reconocido, y ante una seria de conciliábulos entre “Los señores”, le informamos lo siguiente:
Los señores presentan al señor Robert Walser, a través de una conversación sincera y profunda en msn.
roka dice:
...ambos señores nos hemos reunido el día de hoy para homenajear a un señor por excelencia....
lmv dice:
ciertamente, señor Valbuena. Nos reunimos, lo confirmo, y hemos hecho un alto en nuestros respectivos trabajos para hablar de un señor. Un señor que escribe...
roka dice:
y si, con la humildad de los ignorantes, pudiéramos mencionar una característica del suizo, porque señalemos que este es un señor suizo, podríamos decir:
roka dice:
un espartano
lmv dice:
Un espartano que hizo de la simpleza de vida, su literatura, muy sencilla, pero desgarradora.
roka dice:
según los datos que manejamos, fue un hombre que siempre tuvo carencias. pero nunca alguna carencia le estorbó
roka dice:
porque...
roka dice:
un espartano es un espartano
lmv dice:
Sin hambre, sin dolores, sin quejas (señor, remate y presente)
roka dice:
(pelota en el área, papá. emboque)
lmv dice:
Hablamos de un suizo de suizos (señor, dele, dele, vea la pelotita)
lmv dice:
le pivoteamos la pelota, ché
lmv dice:
rematá, rematá, bamba, rematá...
roka dice:
suya, suya..!...un toque y gol, mostro!
lmv dice:
con ustedes...
roka dice:
el suizo número uno del mundo.... El señor Walser.
LA HABITACIÓN DEL POETA (por Robert Walser)
A decir verdad, actualmente vivo en un cuarto de baño. El aire es húmedo, pero no importa, porque me gustan los ambientes húmedos y frescos. La habitación es relativamente baja, pero he vivido en habitaciones aun más bajas. El polvo se acumula a porrillo sobre los muebles. Pero con el polvo me pasa lo siguiente: me gusta respirar el aire polvoriento. El aire sucio contiene cierta magia romántica.
Mi amiga, la separada, divorciada y desgraciada Frau von Ligerz vive aun con más estrecheces que yo. Lo hace con muchísimas menos comodidades, aunque antiguamente llegó a nadar en la abundancia. Vivió como una princesa en su trono, y ahora, igual que una esclava sin esperanza, se dedica a traducir. ¡Traduce novelas! Su propia vida es una novela. Aunque ella es demasiado exquisita para escribirla.
La vida de una persona cualquiera es una hermosa y extensa novela; la mía, por ejemplo. Por las noches, sentado en mi habitación junto a la lámpara, me siento como un auténtico personaje de novela: "Y entonces apagó la luz y se acostó". Mi cama es un somier plegable, viejo, húmedo y duro, que me costó trabajo conseguir. Pero en él duermo con una suerte de alegría. Me lo prestó una jornalera. Yo le di para su hijo un par de botas que no puedo ponerme porque se me ven grandes. Así como uno da al otro lo que le sobra y recibe un trato recíproco.
Oh, qué dulce, qué increíblemente hermosa es la miseria de los pobres que trabajan todos los días por un mendrugo de pan. Me alegra de todo corazón figurar entre el pueblo llano. Los arrabales de la ciudad son mi lugar de residencia preferido, y la gente pobre que sustrae de vez en cuando cualquier nimiedad con sus hábiles dedos son mis compañeros. Esta Emma, por ejemplo, que cada ocho días pone orden en mis aposentos de escritor.
Mi estufa es una estufa de baño, calienta que es una maravilla. Menuda habitación tuve hasta hace poco, qué elegante y señorial; tenía el techo alto y las ventanas estrechas. Un conde no podría vivir con más distinción. Sin embargo, al final, terminaron por echarme, aunque no importa. Es tan bonito soñar con la suntuosidad de antaño. Un par de paños, alfombras y mantas hacen que una habitación sea cálida. Vamos, que con eso tengo de sobra. ¿Acaso no brilla el amable sol lisonjera y amablemente? Y por la noche, ¿quién es esa muchacha curiosa y agradable que me contempla a la antigua a través de la ventana? ¿Es la luna? Sí, es la buena y noble luna. ¿No debería estar contento? Sí, debería estar contento. Tengo la cabeza clara y el alma rodeada de esperanzas amables y de ojos azules. Nunca, nunca jamás querría una vida distinta de la que tengo. Ésa y no otra distinta. Ni un ápice.
Hemos sabido el día de hoy, a las 1800 (mil ochocientas), que el miembro de la institución, señor miranda valderrama, ha salido ileso de su intervención quirúrgica realizada el día de ayer. mediante este comunicado queremos agradecer los cientos de mensajes que casi nos mandan. el capitán miranda ha vuelto a su hogar, en el cual reposa y medita sus próximos pasos. esto último es un decir, puesto que el capitán está con las rodillas vendadas y si da un solo paso, su vida, y la de la institución toda, peligra. (pedimos por favor a anton que nos informe si nos está recepcionando bien o si hay dificultaes con la transmisión). saludo marcial, mirada al horizonte. conscripto r.
Un señor se nos va al quirófano. Es el más largo de Los Señores (LMV). Parece que la práctica apasionada del básquetbol hizo que sus rodillas fallaran. La ciencia miró esas rodillas y propuso quirófano. ¿Tiene nervios ese campeón? El campeón ha dicho que no. Hay algunos blasfemos que ponen en duda eso y dicen que el campeón está con diarrea. Falso. Mientras lo estén operando el largo campeón ha dicho que intentará conseguirse el teléfono de las enfermeras para pasarlo a nuestros lectores (Anton). Los demás nos vamos a poner a orar. Por eso mañana miércoles, a las ocho de la mañana, todos Los Señores, tanto el largo como el corto, tendrán que obedecer una orden que al largo se la dirá el doctor y al corto se la dirá Dios: "Señores: de rodillas, por favor". Estamos con usted, LMV (llanto).
A causa de su trabajo intenso como cronista en la República Argentina, el señor Valbuena debió quitarse las tres pilchas que posee (shins, remera y tapa rabo) y caminar con gente en cueros durante todo un fin de semana, en la localidad de Córdoba. El señor Valbuena departió amablemente con jóvenes, adultos y ancianos, del sexo femenino y masculino y no contuvo la mirada, según propia confesión. Tuvo que correr y sentir en carne propia el "efecto campana", que se produce en los varones que no cuentan con el resguardo que las telas interiores le dan a l aparato reporductor masculino. Saludamos el coraje que tuvo el señor breve de mostrar su cuerpo ("atlético", según el propio Valbuena) ante otros seres humanos desnudos. Y salir sin averías aparentes. Notamos que en la foto el señor V. sale distendido, relajado y hasta con ligero aire coquetón junto dos féminas argentinas, que sonríen ante la presencia del connacional. ¡Salud! Un señor
Santiago de Chile, lunes 19 de noviembre.17:45 horas. Querido señor Valbuena: Dado que a partir de la semana pasada contamos con nuestro primer lector, le insto a que entregue unas reflexiones -serias, pausadas muy razonadas en su mundo valbueniano- y que las lance a los cuatro vientos en nuestro blog “los señores”, a fin de seducir de manera platónica y permanente al único ser humano ajeno al mundo valbueniano y mirandiano (familia, amigos, mascotas), que ha leído nuestro querido y solitario blog. Suyo Un señor
Buenos Aires, lunes 19 de noviembre, 23:05 horas. Mirandista, qué placer saber de usted. Es hora de festejar. Cuando usted me comunicó que teníamos un lector, un tal “Antón”, sufrí una descompensación. Pensé: años de siembra... años de noches en vela... y ahora la dicha. Sin embargo, como estoy enterado que usted a veces juega con las emociones humanas, quisiera preguntarle: ¿puede probar que usted no es “Antón”, haciéndose pasar por nuestro único y anónimo lector? Siempre suyo, roka
Santiago de Chile, martes 20 de noviembre, 22:23 horas Incrédulo Valbuena: Miranda, acá, bebiendo borbón en un bar de calle Nueva York, al lado del club de la Unión. Le diré una cosa y terminaré con estas tres frases la polémica: no soy Antón. Él existe. No le conocemos. La vida es una institución de acciones y determinaciones. Pues bien, estoy decidiendo y actuando al mismo tiempo, como son los hombres de buen proceder. Así, al hacer sonar los dedos mirandianos actúo y determino, aunque ya vea doble y crea venir volando al mozo con el cuarto añejado de Tenesse He decidido que nuestro lector necesita una ayuda de “los señores”. Entenderá que él es como un primogénito; el niño que nace en un blog primerizo. Debemos cuidarlo, mimarlo, entregarle poderes. Debemos tratar que este “Antón”, señor, sea el primero de varios infantes lectores. Regalémosle juguetes (pienso que usted podría invitarlo a ver un show revisteril en Buenos Aires, mientras que Miranda lo llevaría por los bajos fondos que tan bien conoce aquí, en Santiago de Chile). Señor, sólo una cosa: actuemos rápido. Mire que mi borbón se acaba y mi dinero también. Con preocupación. Miranda
Buenos Aires, martes 20 de noviembre, 22:59 horas Amigo y bebedor: Nos habíamos acostumbrado a la soledad. No sé. Usted y yo. Éramos los dos señores solitarios y ahora, de improviso, ha aparecido este lector. Le soy franco: me pilló de sorpresa. En parte, y no tome esto como un sentimiento sucio, me siento invadido. Yo a usted lo puedo ver e imaginar. Pero y a “Antón”?, qué escala valórica tiene nuestro lector? Perturbado, aunque de todas formas suyo Valbuena
Santiago de Chile, miércoles 21 de noviembre, 01:09 horas Etéreo y preocupado camarada: Camino por calles sucias, pleno centro de la ciudad, en una caminata meditativa que hago casi al llegar a la estación Mapocho donde tomaré un taxi y una sola palabra cruza mi cerebro: “Antón”, “Antón”, “Antón”. Señor, me muevo como danzarín en este barrio lleno de boites que tanto usted gustaba de visitar, y miro a los hombrecillos que cruzan mi visión 20/20. ¿Estos seres humanos, señor, serán “Antón”? Veo a un muchachón pequeño, con dientes amarillos, picados, breves. Y tiemblo. Será así “Antón”, especulo. Pero como le dije en la carta anterior: actuemos. Entreguemos un voto de confianza al hombre de cinco letras. Abramos nuestros brazos y corazones, y digamos: “¡bienvenido, hermano Antón! ¡Hablad, escribid! ¡Conviértete en nuestro PRIMER Y ÚNICO LECTOR!”. ¿Qué le parece? Redondo, estuopendo. Nadie nos odiará, dejaremos de ser los ermitaños, los orates que leen su propio blog y obligan a los amigos a que visiten su paginilla. No me va a creer, pero casi al llegar a General Mackenna una viejecilla me pregunta por su persona. Ella me dice: “yo inicié al pequeñito rubio cuando tenía 24 años. Su tío me lo trajo, y lo hice hombre”. Señor, la veterana pide que usted le mande una remeza de 34 pesos argentinos mensuales, de manera vitalicia, por servicios prestados. La viejecilla, suya. LMV
Buenos Aires, miércoles 21 de noviembre, 04:34 horas Hermano andes: He meditado largamente el asunto. No podemos perder a “Antón”. Usted lo dijo y yo me sumo a su pensamiento. Si “Antón” voluntariamente nos ha leído, podemos presumir que quizás hay muchos “Antón” dando vueltas. Fortuna ha girado y nos pone en la parte alta. Pero vienen las dudas: ¿y si “Antón” se aburre de pronto?, ¿y si “Antón”, notando que carecemos de movimiento en el blog, se decepciona? Esta gente espera una renovación constante. “Antón” quizás en estos momentos ingrese al blog y note que, en una metáfora que los blogger no comprenden, nosotros tenemos el mismo post de hace un mes No lo sé. Le ruego deje de merodear vedettes y vaya a su escritorio. Debemos impactar a nuestro lector. Señor, iré al reposo. Con pijama de la Pantera Rosa Más de “Antón” que suyo r.
Ante la presencia de un señor fue inaugurado el "Centro de lectura Mirandiano", en la comuna de Providencia. La ceremonia, breve, sin lujos, espartana a todas luces, se produjo una vez que un bergere fue llevado al templo del mirandismo a penas fue refaccionado, retapizado y cancelado el monto total de tal arreglo. En la foto se puede apreciar el centro de lectura completo: con el bergere en tono burdeo, el librero y los libros, más una lámpara de piso donada por el "Instituto de lectura Roka Valbuena", de Buenos Aires, Argentina, meses atrás. Los señores, contentos, saludan esta iniciativa que fomenta la lectura y comodidad entre los señores.
El señor don Raymond Chandler es considerado uno de los grandes escritores de novelas policiales de todos los tiempos. Hizo famoso a Phillipe Marlowe, el detective privado de rostro duro y personalidad tormentosa, que protagonizó la mayoría de sus libros. Como Marlowe, a Raymond Chandler le gustaba el destilado por las mañanas o cuando sentía que la tormenta no se iba sobre su cabeza. Escribió conociendo su talento y aprovechándose de sus miserias personales y sublimándolas en sus novelas. Para lograr cierto equilibrio, el señor Chandler amó y de manera profunda a una mujer que le mintió. Ella le dijo que tenía cierta cantidad de años y no era así, tenía muchos más días de vida de lo que informó. Pero al final de cuentas, qué importaba si Chandler estaba enamorado y la quería y la deseaba y la necesitaba. La salud de Cissy, su esposa, fue siempre frágil, Chandler buscaba el mejor clima para que el cuerpo de su esposa mejorara un poco. Pero ya en la vejez, su mujer, mucho mayor, colapsó. Chandler siguió luchando y escribiendo. Marlowe seguía siendo duro, lleno de dudas, y bebiendo un sorbo de destilado cuando dejaba ir a una mujer que podría amar pero que también haría infeliz. Cuando Cissy murió, Chandler escribió esta carta a la hermana de su mujer. Nunca había demostrado tanta emoción y amor en un texto. Y bien podría ser un cuento o un relato. Esta carta se encuentra en el libro "El simple arte de escribir", de raymond Chandler, de editorial Emecé, que no es más que un libro epistolar del escritor durante toda su vida. Este es el relato de la muerte de su esposa:
LA MUERTE DE CISSY
(por Raymond Chandler)
Tenía que encargarme yo de todos los remedios, de otro modo ella habría tomado dos veces o tres veces el mismo sin darse cuenta de que ya lo había tomado. La cortisona no hacía efecto, así que al final de la primera semana de noviembre el médico se la sacó y empezó a darle ACTH, que después de las primeras inyecciones pude aplicárselo yo mismo, hipodérmicamente, como ya le había dado durante varios años inyecciones de distintas vitaminas. Tampoco hizo mucho efecto. Estaba cada vez más débil, y más deprimida, y no era una persona fácil de deprimir. El 30 de noviembre apareció la neumonía, y hubo que llevarla al hospital en ambulancia… El médico quería probar una droga llamada ruwualfia, o raíz de serpiente africana, que al parecer tiene la propiedad de inducir un estado de euforia sin efectos colaterales, y puede tomarse indefinidamente. Me dijo que en ese momento ella tendría que pasar el resto de su vida en una clínica, que esperaba que la ruwualfia la pusiera de humor complaciente como para aceptarlo. A la mañana siguiente Cissy me llamó temprano y me pidió que la llevara a casa. Para entonces estaba muy enferma y muy débil, había que ayudarla a ir al baño, y alguien tenía que quedarse en el baño con ella. Estaba muy angustiada, jadeaba todo el tiempo, tosía con violencia, y decía que sentía grandes dolores. El 7 de diciembre comprendí que se estaba muriendo. En mitad de la noche se apareció de pronto en mi cuarto, en pijama, con el aspecto de fantasma. La llevamos de vuelta a la cama y ella intentó levantarse otra vez, pero la enfermera estaba vigilando. A las tres de la madrugada del 8 de diciembre tenía la temperatura tan baja que la enfermera se asustó y llamó al médico, y otra vez vino la ambulancia y la llevó al hospital. No podía dormir y yo sabía que necesitaba una gran cantidad de somníferos así que le daba sus píldoras y ellas las ataba en su pañuelo para poder tragarlas subrepticiamente cuando la enfermera no estaba en el cuarto. Estaba en carpa de oxígeno, pero la levantaba todo el tiempo para poder tomarse la mano. Tenía la mente muy confusa sobre algunas cosas, pero casi demasiado clara sobre otras. En una ocasión me preguntó dónde vivíamos, en qué ciudad vivíamos, y después me pidió que le describiera la casa. No parecía saber cómo era. Después volvió la cabeza y cuando salí de su campo visual pareció olvidarse se mi existencia. Cada vez que iba a verla sacaba el pañuelo por debajo del borde de la capa de oxígeno para que le diera sus píldoras somníferas. Empecé a preocuparme por esto y se lo confesé a al médico, que me dijo que le estaban dando drogas mucho más fuertes que los somníferos. El 11 cuando fui a verla no tenía más píldoras y ella sacó la mano por debajo del borde de la carpa de oxígeno con el pañuelo, y al ver que yo no tenía nada para darle volvió la cabeza a un lado y dijo: “¿Así es como lo querías?”. Al mediodía el médico me llamó y me dijo que era mejor que fuera y hablara con ella porque podría ser la última oportunidad de hacerlo. Cuando llegué, estaban tratando de encontrar una vena en el pie para inyectarle demerol. Logró dormirla, pero estaba bien despierta otra vez en la noche. Es decir, parecía estar bien despierta, pero no estoy seguro de que me reconociera. Volvió a dormirse mientras yo estaba allí. Poco después del mediodía del 12 de diciembre, que era domingo, me llamó la enfermera y me dijo que estaba muy desmejorada, que es lo más drástico que puede llegar a decir una enfermera. El hijo de Vinnie estaba en casa con Vinnie y él me llevó al hospital a ochenta kilómetros por hora, quebrando todas las leyes de tránsito, cosa que le dije que hiciera porque los policías de La Jolla eran amigos míos. Cuando llegué le habían sacado la carpa de oxígeno y estaba con los ojos entreabiertos. Creo que ya estaba muerta. Otro médico le había puesto el estetoscopio sobre el corazón y escuchaba. Al cabo de un momento retrocedió y asintió. Le cerré los ojos y la besé y me fui. Por supuesto, en cierto sentido ya me había despedido de ella mucho tiempo atrás. De hecho, muchas veces durante los dos últimos años en medio de la noche había comprendido que era sólo cuestión de tiempo. Pero no es lo mismo que suceda. Decirle adiós al ser amando en la mente no es lo mismo que cerrarle los ojos y saber que nunca volverá a abrirlos. Pero me alegró que muriera. Pensar en esta ave orgullosa y temeraria encerrada en un cuarto de un maldito sanatorio por el resto de sus días era una idea tan insoportable que apenas si podía pensarla. No me quebré hasta después del funeral, en parte porque estaba en estado de shock y en parte porque tenía que consolar a su hermana. Estoy durmiendo en el cuarto de Cissy. Creí que no podría hacerlo, pero después pensé que si el cuarto se quedara vacío sería peor, y cada vez que pasara frente a la puerta tendría un escalofrío, y lo único que podía hacer era mudarme allí y llenarlo con mis cosas y darle el aspecto del caos en el que estoy habituado a vivir. Fue la decisión correcta. Me rodea su ropa, pero está en armarios o escondida en cajones… Durante treinta años, diez meses y dos días, fue la luz de mi vida, mi única ambición. Todo lo demás que hice fue alimentar el fuego en el que ella pudiera calentarse las manos. Es todo lo que puedo decir.
El señor Valbuena, tras una breve visita en msn hoy, informó al señor Miranda lo siguiente:
"Perro, me voy en una hora a Sao Paulo, y tengo miedo. Entrégueme su bendición para que el Señor de señores me cuide en el viaje al despegar, en los aires y cuando aterrice en ese aeropuerto maldito de la ciudad enorme del país sudamericano, Brasil. Señor, visitaré autódromos y bellísimos automóviles, que también llaman "monopostos". Me vestiré coquetamente, le advierto".
Pues bien, señoras y señores, Valbuena ya está en tierras brasileñas. Teme a Dios y ya trabaja y veranea solo. Sin su pierna rumana. Porque está en soledad monacal, entonces, le saludamos.
Y como el mundo gira rápido, el señor Valbuena ya envió su primera foto: aquí aparece vestido deportivamente, junto a uno de los autos que reporteará y a su inseparable bolso de imitación cuero, comprado en un local del portal Edwards, en la plaza de armas de Santiago, Chi.
En esta nota, realizada por el señor periodiata, don Nicolás González, amigo de los Señores, se muestra a uno de los Señores, el alargado, quien habla de su investigación periodística acerca del Hincha fantasma. Gracias.
Durante estas semanas convulsionadas para estos señores, breve y alargado sólo piensan en yardas, scrum, quince y ovaladas. En este mundial de rugby los señores se sienten parte del continente sudamericano, representados por esos magníficos seres humanos grandes y brutos que son los "Pumas". Mañana, domingo, de descanso otorgado por nuestro Salvador de hombres, los "Pumas" enfrentan su destino cuando jueguen con el seleccionado de Escocia en busca de su paso a las semifinales mundialistas, en el Parque de los Príncipes, París, Francia. Estaremos con ellos, como siempre alentando, pintados de blanco y celeste. Bebiendo vino uno y "fernet" el otro. El breve, de wing y el alargado, de pilar.
Como siempre, felices e inflexibles ante tanta maldad mundial.
como este espacio lo ocupamos para hablar de los señores, o de quienes conforman los señores, es decir, dos varones chilenos, sin nada especial externamente, sin nada tan especial internamente, donde uno es corto, y el otro largo, en fin, dos hombres que ansían ser bravos y que constantemente le piden a dios un poco más de hombría, es necesario hablar de una cosa que le sucedió a uno de ellos: a luis, el más largo. LMV, o bien luis, un día jugó fútbol. se sospecha que lmv reventaba la pelota cuando le llegaba a los pies, porque se sabe que LMV practica el fútbol alemán y se burla del fútbol brasilero. pensamos, los estudiosos del fútbol, que LMV pudo haber sacado nota 5. lo importante es que al finalizar el partido, cuando LMV esperaba el asedio de una prensa imaginaria, lo asedió un intelectual y le dijo: quiero que escribas un reportaje para un libro que reunirá selectos reportajes. todo el mundo sabe que LMV escribe selectos reportajes, por tanto se sintió a gusto y pensó bastante tiempo, quizás unos meses, un gran reportaje. LMV entonces tuvo una idea y empezó a perseguir un reportaje por todas partes, incluso por zonas marginales, en las cuales estas cosas pueden costar la vida. dicen que encontró lo que reporteaba un día sábado, cuando el más corto de los señores descansaba y digería una ensalada. recuerda el más corto de los señores que LMV le informó por teléfono, desde una zona periférica, que había dado con el objeto de su reportaje. proceda, le dijo el corto. y el largo empezó a escribir y su escritura resultó hipnótica para los que le leyeron. lo que empezó en una cancha de fútbol amateur terminó en una cancha de fútbol profesional. LMV escribió la fabulosa historia del hinchafantasma. e ingresó al libro Dios es chileno con la jineta de capitán. estimados lectores (¿?)...hoy luis miranda valderrama está en las mejores librerías. un golazo del mirandismo. aguante LMV! los señores pueden descorchar la champaña.
(Como puede verse en la foto, Miranda escucha los comentarios de Valbuena en el lanzamiento del libro Dios es chileno).
El señor Miranda (a la izquierda de la foto mostrando la "Cruz de hierro valbueniana"), agradece la hospitalidad del señor Valbuena (a la derecha, con el grado de cabo y observando la "Orden al mérito mirandiano" por servicios distinguidos) y por el magnífico y estimulante encuentro de los señores en Buenos Aires, Argentina. El señor Miranda también saluda y da las gracias, humildemente, a la señora Jenny, esposa del señor Valbuena, por su simpatía y por tratarse de ser una gran ser humano. Este viaje fue un reecuentro de los señores plagado de emociones. De caminatas por calle Corrientes y un par de conversaciones sobre la vida, la literatura, el periodismo y sobre el presente veleidoso de dos grandes clubes: Platense y Tigre, los cuadros favoritos de los señores en el gran país de Argentina. El señor Miranda se sintió muy feliz de mantener el afecto -de soldado a soldado, por cierto- con el señor Valbuena. Cuando le dio la mano, al despedirse, supo que los señores conforman una amistad férrea e indivisible. Lo agradeció y se subió a un taxi por Corrientes en dirección al hotel Tres sargentos, en donde le esperaba un bolso por ordenar. Un señor.
Los señores, Mirandistas y Valbuenistas, a causa de una coyuntura laboral, sostendrán una cumbre -la primera de muchas-, en la capital de la República Argentina. Mañana viernes 17 e, señor Miranda viaja, vía Aerolíneas Argentinas, hacia Buenos Aires por lo que la cita entre ambos seres es inminente.
Más informaciones, si el Salvador de hombres así lo quiere, en las próximas horas.
Reproducimos el fragmento de la última conversación por Msn que sostuvieron Los señores en tierra chilena. Este diálgo entre mirandistas y valbuenianos se realizó cerca de la una de la mañana del día miércoles en que el señor Valbuena y su señora esposa abandonaron el país para radicarse de manera definitiva en Argentina. Aquí va: Valbuena: Valbuena ha decidido hablar en chileno en ese país. Si no lo entienden, se lavan la raja, perro. Miranda:mejor. Aquello resulta, señor. Uno parece como un chileno al menos honesto. Este servidor, señor, cuando estuvo en Argentina, hablaba muy chilenamente.
V: efectivamente, sr M: "cachai", "puta, sí", "es que hay un montón de huevadas", "no, para", "demás"; ese tipo de alocuciones son muy respetadas por el porteño, señor.
V: excelente, señor. M: la palabra "huevada", bien dicha. "hueás", por ningún motivo.
V: "jetón", "amermelao", "uuuy la maraca", etc M: "por la cresta madre". Cosas como esas al argentino lo soprende. Termina por agradecerlo de un modo extraño, misterioso, le confieso. Parece decir: "ese chileno es de verdad, ese chileno...". "No quiere ser como nosotros, ché, no quiere ser como nosotros..."
V: justamente, sr. Si empiezo a hablar, diciendo: "y vos te garchaste a la mina, pelotudo???"... Se hace el loco en tal situación M: por supuesto: A propósito, unas palabras a horas de abandonar Chile, señor.
V: señor, no me voy solo. Me voy con los Miranda, con los Ossandón, los Matus, los etc y etc en el alma, perro, en las piernas cuando juegue fútbol en los bosques de palermo y en el cerebro cuando lea y escriba en el escritorio privado. Yo no amo a los argentinos, sr. Este es un viaje de conquista. M: ¿un conquistador, señor?
V: a vencer, carajo! M: Señor, los etc, los Ossandón, los Matus, los Miranda se quedan tristes, esperanzados, felices con su viaje. Usted no se va solo, se va con su ser amado más preciado, y se va con una parte de los corazones ossandonianos, matusianos y mirandianos, señor.
V: salud por eso, mirandista! M: Señor, la voz de Camilo Sesto como telón de fondo, señor, ¿recuerda? (canción Todo por nada)
V: (mirada fija en bandera, recibiendo palmotazo de chapulín chileno) Me conmueve, sr. M: Conmueve, claro que sí. (mirando hacia la cordillera)
V: señor, debo ir a dejar cajas a casa de mi madre. Espero verlo más tarde M: ¿es acaso la última transmisión desde este lado del continente, señor?
V: naaaa M: dios, el mirandismo, con camisas negras, señor. Luto rígido por 48 horas.
V: mirada en cordillera (murmurando incompresiblemente la frase..."ciudad de los césares allá voy...) M: no corra desnudo, no corra desnudo, no podrá alcanzar la cordillera así
V: estoy en ella, amigo... (sacudiendo Jack Daniels vacía) M: el buen jack, señor, qué haríamos sin el buen Jack Daniels (final de tema de Camilo Sesto en fa sostenido)
V: perro... (inicia tonada "llegóooo la horaa.....deee...") M: mañana, en la noche santiaguina, miraré a Los Andes, y brindaré por un inmigrante
V: coordinaré reloj, papá! M: Inmigrante que acaba de pisar tierra bonaerense. Señor, envíe mi cariño y respeto a su señora esposa, dígale que el mirandismo la respeta y estima con el alma, y que le desee el mejor de todos los viajes
V: transmitiré el mensaje de forma literal, sr
M: haga tal. V: mi deseo, el de siempre: paz, r. M: paz, l.
A pesar de que se había casi muerto, gente amiga, el blog del señor Valbuena y del señor Miranda acaba de regresar para mantener el puente intelectual y emocional entre ambos caballeros, quienes se han visto separados por kilómetros de distancia (uno en Chile y otro en Argentina). Satisfactoriamente informamos que los señores se sienten plenos, alegres, únicos, con la nueva apertura del espacio que tanto los ha hecho felices. Un señor.
Al ego le sacaron la mugre. Dicen que fueron dos tipos de bajo perfil que después de tomar unos tragos decidieron darle un golpiza. El ego estuvo grave pero sobrevivió y ahora está escribiendo su experiencia en una autobiografía. Dice que no lo hace por la fama. Su espejo no piensa lo mismo.
El homenajeado del mes de septiembre es un señor vivo que es español, periodista notable y gran escritor. Descubierto casi de manera simultánea por los señores, en Buenos Aires, Argentina. El señor Juan José Millás.